Hace mucho tiempo en
un reino muy lejano, cuyo nombre era El dorado, vivían dos reyes muy felices.
Pasados unos años tuvieron una preciosa niña, llamada Aurora. Esta era la más
bella del reino, con un cabello hermoso y dorado como los rayos del sol, su
piel era tan hermosa que reflejaba el brillo de sus ojos, azules como la más
hermosa luna. El reino vivía en paz y armonía, hasta que una primavera, la reina
tras una larga enfermedad murió, dejando el reino triste y desolado ante tal
noticia. La reina antes de morir dejo un regalo muy especial a su pequeña, este
regalo le sería entregado por el rey cuando cumpliera 18 años, y al rey le hizo
prometer que jamás permitiría que la pequeña Aurora fuera infeliz.
Pasaron los años, y
la pequeña Aurora se fue haciendo cada vez más mayor, y cada vez más hermosa
como su madre. El rey cada vez más mayor, se preocupaba por el futuro del reino,
y que su hija, al cumplir los 18 años, debería elegir pretendiente digno para
casarse y dar continuidad al reino. Ese día tan esperado llego, y Aurora cumplió
sus 18 años, el rey no falto a la promesa que hizo a su querida esposa, y le
entregó ese regalo tan especial. Aurora maravillada por su contenido no dudo ni
un segundo, se colgó la cadena de oro con el anillo de casada de su madre, y una
joya muy especial con forma de rueca dorada que contenía un líquido en su
interior. Ese día fue muy especial, y asistieron a palacio toda la realeza de los
alrededores.
Mientras tanto, en
el reino el rey decidía acerca del futuro de Aurora, y le busco un pretendiente.
Cuando llego la primavera, el rey sentó a Aurora al lado suyo y le comunico que
se casaría con un apuesto príncipe, y que todo estaba arreglado para que se
celebrara la boda al acabar la primavera. Aurora horrorizada ante lo que estaba
escuchando, le hizo una petición a su padre, antes de casarse el príncipe
debería de regalarle el vestido más magnifico del mundo, dorado como sus
cabellos y que reflejaran el brillo de sus ojos. El rey transmitió al apuesto
príncipe la petición de su hija. Pasaron los meses y el príncipe se presento en
palacio con el vestido más bello que jamás se había visto en el reino. Aurora
al probárselo quedo sorprendida de que el príncipe hubiera conseguido tal
vestido, era dorado como su cabello y reflejaba el azul de sus ojos, todos
quedaron maravillados de tal hermosura. El príncipe al verla dijo que ahora
ya se podían casar, pero la princesa dijo que no antes de que acabara la
primavera, a lo que el príncipe accedió.
Aurora desesperada
porque no quería casarse con aquel joven príncipe, salió esa misma noche corriendo
de palacio en la oscuridad de la noche, llorando desconsolada y con aquel
hermoso vestido, atravesó el bosque con su veloz caballo. El caballo cansado,
tiro de repente a Aurora y salió galopando, quedando asustada y sin saber qué camino tomar para ir lo más lejos posible de aquel príncipe. Aurora de rodillas
suplico al cielo que la ayudara a escapar. De repente, de su cuello salió una
luz dorada, era la joya en forma de rueca dorada, cuyo contenido brillaba.
Atónita ante ese hecho abrió la joya despacio, el contenido salió veloz, Aurora
sin pensárselo salió corriendo tras la luz dorada. Corrió a través del bosque
hasta encontraste con un palacio, y allí la luz dorada desapareció. Temerosa
ante lo que allí podía encontrar, decidió entrar en palacio por las cocinas, no
sin antes cubrir su cabello con arcilla que encontró en el suelo,
desapareciendo de ese modo la hermosura de su cabello dorado. Y se cubrió la
cara con barro para que así no la reconocieran, al igual que aquel maravilloso
vestido, lo mancho de barro para que quedara sucio y feo. Se acerco al palacio y
la recibió el jefe del servicio, el cual la ofreció cobijo a cambio de trabajar
en la cocinas de palacio. La joven limpiaba platos, barría y fregaba las
cocinas de palacio ante la atenta mirada del cocinero, que no la dejaba respirar
y la trataba muy mal.
Un día se celebro
en palacio una gran fiesta, todo el mundo estaba atareado, incluso el cocinero
no paraba de trabajar. Ante tanto trabajo, el cocinero decidió darle una tarea más
a Aurora, y le encargo la preparación de la sopa, destinada al rey del palacio. Aurora preparo con sumo cuidado la sopa, ya que el cocinero la advirtió de que
si cometía algún fallo la expulsaría de palacio. Mientras tanto en el comedor
de palacio, comenzaron a servir la sopa preparada por Aurora, todos los
comensales quedaron maravillados con lo buena que estaba la sopa. Al día
siguiente el rey, que aun recordaba esa grandiosa sopa, entró en cocina para
ver quien había sido tan magnífico cocinero esa noche. El jefe de cocinas, ante
tal reconocimiento no dudo en ponerse todo el merito de aquella sopa. Pero el
rey observo en una esquina a una joven nueva y se acerco a Aurora que estaba en
una esquina barriendo. La observo y el jefe de cocinas enseguida exclamo: “es
nueva en palacio y mi ayudante en cocina”.
El rey, que ya sospechaba
que su cocinero no podía haber hecho aquella sopa, la pidió que preparara otra
sopa como la de anoche, y ella tímidamente accedió. Cuando el rey volvió a
probar aquella magnifica sopa quedo sorprendido y pidió que la joven pasara a
ser su chef personal. Todas las noches la hacía sentarse a su lado en la mesa y
comer con ella, Aurora sorprendida, ya que jamás había visto a rey igual, le
pregunto una noche el porqué de su cercanía a los sirvientes del castillo. El rey
la contesto: “porque yo soy rey del reino pero vosotros sois iguales que yo
y merecéis respeto y reconocimiento”. Aurora desde esa noche empezó a ver al
rey con otros ojos, quedando maravillada por su persona.
Una noche de
principios de primavera se celebro una fiesta muy especial, todas las realezas irían
a palacio, ya que el joven rey debería escoger pretendienta para casarse. Esa noche,
el rey no paraba de pensar en Aurora, se había enamorado de ella, y la hizo una
petición especial, que estuviera presente como de costumbre en el comedor junto
a él. Aurora preocupada no sabía qué hacer, no paraba de ir de un lado a otro
de sus aposentos pensando que hacer, y mirando su colgante se percato de una pequeña
inscripción en la joya con forma de rueca dorada, en ella leyó: “cuando más lo
necesites su luz te guiara a tu amor verdadero”. Sorprendida, se acordó de
aquel día en el bosque en el que la luz la guió a aquel palacio, y entonces decidió
limpiar aquel precioso traje que le fue regalado por el príncipe que su padre había
elegido, se lo puso y se limpio su hermoso pelo. Al mirarse al espejo, apareció
de nuevo aquella hermosa niña que una noche huyo de su palacio para no casarse
con un príncipe al que no conocía. Al bajar por las escaleras, el rey quedo
impresionado y se acerco corriendo a Aurora para asegurarse de que era la misma
joven con la que había pasado tanto tiempo. El joven rey, que había celebrado
aquella fiesta para elegir futura mujer, decidió en ese instante cual iba a ser
su prometida. Durante la cena en el comedor el rey se levanto y ante el
silencio de todos los invitados anuncio que se casaría con Aurora, ya que no había
mujer más buena y más digna de ser su reina que ella, claro estaba si ella
aceptaba a ser su mujer. Todos los invitados quedaron desconcertados, ya que
Aurora no era princesa ni reina y era una simple sirvienta, pero nadie podía poner
en duda la decisión del rey. Aurora se levanto y de pronto se escucho una voz
desgarradora. El padre de Aurora había asistido a aquella fiesta, llorando salió
corriendo a abrazar a Aurora. Aurora llorando comenzó a contar todo lo ocurrido
en ese año que había desaparecido de su casa. El padre de
Aurora, durante ese tiempo en el que Aurora había desaparecido, no había dejado
de pensar en aquellas palabras que su mujer fallecida le había hecho prometer,
y que no había cumplido, en ese momento no dudo en faltar a esa promesa y jamás
dejo que Aurora fuese infeliz, permitiendo esa boda y apoyándola en aquello que
Aurora deseaba.
Al finalizar la
primavera los dos jóvenes se casaron, con la alegría de todos y la unión de dos
reinos magníficos. Aurora decidió casarse con el anillo que su madre le había
regalado, ya que era muy especial para ella y la había ayudado a encontrar a su
amado con esos regalos tan especiales que le había hecho. Desde ese momento
todos fueron felices y comieron perdices.
Y colorín colorete
este cuento se ha acabado.
Adaptación del
cuento “Toda clase de pieles”
He adaptado este
cuento para adaptado un poco a las circunstancias de los tiempos que corren y
para poder usarlo posteriormente para trabajar en el aula con actividades. Esta
adaptación se puede contar como si fuera un cuentacuentos, o incluso en un
pequeño teatrillo de marionetas ya que no tiene muchos personajes implicados.
Las adaptaciones
que he realizado han sido las siguientes:
La reina muere un día
al finalizar la primavera y no le entrega los regalos a la princesa, sino que
le dice al rey que los entregue cuando esta cumpla los 18 años. De esta manera
he dado pie a la continuación del cuento, ya que la princesa debe casarse con un
príncipe. Otro cambio introducido, ha sido que el rey no se casa con nadie, sino
que se preocupa de cuidar a su hija y de hacerla feliz. Me ha parecido ideal
este cambio, ya que actualmente en clase nos podemos encontrar con niños que
solo tienen uno de los padres, o con padres divorciados, y es una manera de
incluir en un cuento este aspecto, ya que habitualmente los cuentos suelen tener
ambos progenitores juntos.
Los regalos que la
madre le hace a la princesa los he acortado a dos, dándoles de esta manera un
protagonismo especial a lo largo del cuento a cada uno de ellos. El primero lo he
usado para que Aurora encontrara a su amor verdadero, y lo pudiera conocer, y
el segundo para que usara este como alianza el día de su boda para casarse con
su amado. También he acortado los regalos que a petición de la princesa le pide
a su padre para casarse con aquel príncipe que él decide. El regalo ha sido
solo uno y ha sido un vestido especial que le permitirá poder usarlo para
volver a ser ella misma, en la fiesta final que se celebra, de este modo el
padre la reconoce y el príncipe queda maravillado.
Mi adaptación del
cuento está enfocado en cuanto a que la princesa no desea casarse con un príncipe
que no conoce y que su padre la propone, por eso huye. Aurora conoce en otro
palacio a otro príncipe, con el cual pasa mucho tiempo y le conoce. No se
enamora de él por su trono, ya que a ella le da igual todo eso ya que es
princesa, se enamora de él, por lo cercano que es a la gente, es un rey bueno,
amable y que la trata como una persona igual a pesar de ser una sirvienta. El rey
se enamora de ella también por su persona, por como es y por todo ese tiempo
que pasan juntos conociéndose, sin que nadie tome la decisión de cuál será su
reina, por eso al final a pesar de no ser princesa decide casarse con ella. También
me ha parecido idóneo el concederle también la aceptación de Aurora ante esa petición
que el rey le hace de matrimonio, ya que ella también tiene que decidir si
quiere o no, es una manera también de demostrar que es un rey bueno y
respetuoso.
Esta historia la contaría
a niños de 5 años, ya que a esta edad se puede trabajar con ellos los conceptos
de respeto y de amor que se pretende transmitir en el cuento. Después de
contarlo se podría trabajar diversas actividades, se puede realizar una pequeña
asamblea para hablar entre ellos que les ha parecido, y que den sus opiniones. Pueden
realizar dibujos de cómo sería ese vestido hermoso para ellos.